Celeste Vera es una profesional del mundo de la publicidad y los eventos corporativos, apasionada por la organización, la planificación y los detalles. Durante años, construyó su vida desde la estructura, la lógica y el hacer constante. También es aficionada y amante de la escritura, una práctica que la ha acompañado desde siempre y que se volvió aún más significativa en su proceso de sanación. La pérdida de su hermano marcó un antes y un después. Lo que comenzó como un duelo silencioso se transformó en un viaje profundo de introspección, espiritualidad y sanación. El día que el gato aprendió a volar es su primer libro, una obra que entrelaza memoria, amor y transformación. A través de estas páginas, Celeste comparte su proceso con honestidad y sensibilidad, con la esperanza de acompañar a quienes también transitan la ausencia de un ser querido. Celeste cree en los vínculos que trascienden el tiempo, en los rituales que sanan y en los gatos que, a veces, aprenden a volar.
¿Cómo se transita un duelo? ¿Cuánto dura el dolor? ¿Y qué pasa cuando, en medio de la tristeza, descubrimos que la ausencia también puede transformarse en presencia? Este libro nace del amor y la pérdida, y de la certeza de que la muerte no es un final, sino una puerta. Desde el 13 de enero de 2024, cuando Facundo dejó este plano, comenzó un viaje inesperado: el de aprender a mirar la vida con otros ojos, con más ternura, incluso cuando duele. A través de estas páginas, Celeste comparte una historia profundamente personal, mágica y llena de aprendizajes. Una historia que no solo honra la memoria de Facundo, su hermano, sino que también invita a repensar la vida, la muerte y todo lo que hay en el medio. Este libro es un abrazo para quienes han perdido, para quienes buscan sentido, y para quienes creen —o quieren creer— que el amor no termina con la muerte.
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